Todos nos quedamos estupefactos en medio de la gran habitación, nadie se atrevía a mover un solo dedo. De repente se oyó una voz:
- ¿Hola?
Todos corrimos lo más rápido que nuestro poder nos permitía y en dos segundos estuvimos abajo.
Ness, al reconocer la voz, abrió la puerta rápidamente.
- ¡Hola! ¿Qué tal?- dijo Ness tan tranquila, pero yo no lo estaba, ni yo ni nadie de los que estábamos allí. No confiaba en ellas, me daban mala señal.
- Bien, veníamos a verte, veo que vives aquí y con más gente. Bueno, ¿quieres salir un rato con nosotras?
- Hola, soy Edward, el padre de Ness, y sí, vivimos aquí con toda mi familia. Esta es Bella, mi esposa, mis hermanos Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Ellos mis padres Carlisle y Esme. Y él un amigo de nuestra familia.
- Hola- dijeron todos con un saludo seco y agradable a la vez.
- Bueno como veréis, estamos asentados aquí permanentemente hasta el momento, ¿vosotras y vuestra familia también?- preguntó Edward con un tono delicado.
- Sí, somos un pequeño aquelarre, formado por mi hermana Amanda, mi “padre” Joe, mi “madre” Kiely y yo, mi nombre es Rakel.- parecía que la niña se había dado cuenta de todo cuando sólo puso un pié en la casa, en cambio, Amanda, parecía más tranquila y menos espabilada.- Bueno, se me olvidaba, también tenemos un nuevo miembro en la familia, se llama Erik, es un neófito, pero asombrosamente sabe controlarse perfectamente, no reacciona de forma agresiva cuando ve a un humano, todavía no sabemos por qué, incluso cuando vamos a cazar, no se pone histérico por beber toda la sangre que pueda, es un poco rarito, pero bueno, así no llamaremos demasiado la atención.
- ¡Pero bueno!, que falta de educación, venid y sentaros un rato, así sabremos más cosas sobre vosotros- parece que Esme pensó algo para que Edward le leyese la mente tanto a ella como a las dos hermanas, el cuál le asintió con la cabeza.- Si queréis invitar a vuestros padres y a vuestro hermano, así nos conocemos todos, ¿tenéis su número?- dijo con la dulzura de siempre, yo sabía que si Edward había dicho que sí, era porque no había ningún problema.
- Sí será un buena idea, siempre está bien conocer a gente nueva- dije con una sonrisa en la boca.
Las niñas también sonrieron y asintieron. Empezaron a dictarle el número de teléfono y Edward se preparaba para hablar con ellos.
Todos podíamos oír el pii del móvil como señal de la llamada.
Hasta que una voz dijo ¿si?.
Espero que os guste este capi, y lo siento por no publicar entre semana, he estado muy liada con los estudios, intentaré publicar este finde. Comentad pliss.