Cuando salió el sol, esperé a que mi princesa se despertase, iba a ser su primer día en aquella nueva etapa de la vida. Se había hecho mayor, en menos tiempo del esperado, pero tenía la suficiente capacidad de una chica de veinte años.
Ya era hora de que fuese al instituto, ya que la primaria no pudo realizarla pos su crecimiento continuo y era demasiado arriesgado que se relacionase con los humanos.
De repente oí cómo podía bostezar y decía: “Buenos días cariño”, su padre no estaba muy de acuerdo con que su mayor amor durmiese con ella y que estuviese las veinticuatro horas a su lado, pero se lo hice entender, se parecían tanto a nosotros… eran como nosotros al estar juntos, cuando yo aún era humana.
Fui a su habitación para darle los buenos días y poder prepara a Nessi para su primer día.
- Hola cariño, ¿has dormido bien?- estaba nerviosa, podía verlo en sus ojos- ¿Estás preparada para tu primer día?
Esperé a que se espabilara un poco.
- Hola mamá, la verdad es que no, no podía dejar de pensar en este día- se quedó pensativa y añadió- aunque creo que esto irá bien.
No sabía muy bien qué decir.
- Bueno, no te preocupes, ya conocerás a más gente, además, verás a Jake todos los días después del colegio- le animé.
- No te preocupes princesa- añadió Jake tampoco le hacía mucha gracia separarse de su pequeña, pero debía aceptarlo.
Me dirigía al pequeño salón de la cabaña, donde Edward, leía un libro llamado “Amor imposible”.
- Nessi está un poco nerviosa. ¿Porqué no hablas con ella?- Aún me asombraba la capacidad que tenía de convencer a la gente con solo mirarlos a los ojos. -Siempre le gusta oír la opinión de su papá.
Me sonrió.
- Está bien, veré lo que puedo hacer.
Se levanto del pequeño sillón con la elegancia de siempre, mostrando su bello rostro al pequeño rayo de sol que entraba por la ventana.
Pude oír como Edward calmaba a Nessi con ayuda de Jacob.
De repente vi a los tres muy contentos bajar por las escaleras riendo y gastándose bromas.
- ¿Ya estás más calmada?- pregunté, aunque era bastante obvio.
- Si mamá, papá ha conseguido razonar conmigo, como siempre.
- Está bien, creo que Jake estará encantado de llevarte al instituto. ¿No es así Jake?- creí que Nessi iba a estar más tranquila si su gran amor la llevase al colegio.
- Si Bella no te preocupes, yo la llevaré- respondió.
- Llévate el Volvo, si quieres- dijo Edward con su voz musical de siempre.
- Me encantaría, gracias Edward- respondió con una enorme sonrisa de complicidad.
- Bueno, que tengas suerte cariño y no te preocupes, ya verás como todo sale bien y conoces a más gente- le animé.
- Gracias mamá- respondió, después le besé en la mejilla con mucha delicadeza y su padre imitó mis movimientos como si fuese un espejo.
- Suerte hija,- dijo Edward con amabilidad- que tengas un buen día.
Salieron por la puerta con agilidad pero con rapidez, como si tuviesen ganas de que eso acabase y como si ninguno de los dos quisiese separarse uno del otro.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos como para no escucharme le pregunte a Edward:
- ¿Estás seguro de que esto es una buena idea?- le pregunté con preocupación- no los veía muy seguros.
- Sí, Nessi debe relacionarse con más gente y no sólo con licántropos y vampiros, debe convivir no solo con cuentos de hadas y de terror, sino en el mundo real- explicó Edward con total convicción de su discurso.
-Creo que tienes razón y quizás no debería preocuparme tanto por una cosa tan simple- me tranquilicé, aunque no fue tan efectivo cuando el pudo ver en mi rostro la preocupación y rozó sus labios con los míos como cuando el viento acaricia a las copas de los árboles.
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