29 octubre 2010

PRESENTACIONES.

Pov: Bella.
Todos nos quedamos estupefactos en medio de la gran habitación, nadie se atrevía a mover un solo dedo. De repente se oyó una voz:
- ¿Hola?
Todos corrimos lo más rápido que nuestro poder nos permitía y en dos segundos estuvimos abajo.
Ness, al reconocer la voz, abrió la puerta rápidamente.
- ¡Hola! ¿Qué tal?- dijo Ness tan tranquila, pero yo no lo estaba, ni yo ni nadie de los que estábamos allí. No confiaba en ellas, me daban mala señal.
- Bien, veníamos a verte, veo que vives aquí y con más gente. Bueno, ¿quieres salir un rato con nosotras?
- Hola, soy Edward, el padre de Ness, y sí, vivimos aquí con toda mi familia. Esta es Bella, mi esposa, mis hermanos Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Ellos mis padres Carlisle y Esme. Y él un amigo de nuestra familia.
- Hola- dijeron todos con un saludo seco y agradable a la vez.
- Bueno como veréis, estamos asentados aquí permanentemente hasta el momento, ¿vosotras y vuestra familia también?- preguntó Edward con un tono delicado.
- Sí, somos un pequeño aquelarre, formado por mi hermana Amanda, mi “padre” Joe, mi “madre” Kiely y yo, mi nombre es Rakel.- parecía que la niña se había dado cuenta de todo cuando sólo puso un pié en la casa, en cambio, Amanda, parecía más tranquila y menos espabilada.- Bueno, se me olvidaba, también tenemos un nuevo miembro en la familia, se llama Erik, es un neófito, pero asombrosamente sabe controlarse perfectamente, no reacciona de forma agresiva cuando ve a un humano, todavía no sabemos por qué, incluso cuando vamos a cazar, no se pone histérico por beber toda la sangre que pueda, es un poco rarito, pero bueno, así no llamaremos demasiado la atención.
- ¡Pero bueno!, que falta de educación, venid y sentaros un rato, así sabremos más cosas sobre vosotros- parece que Esme pensó algo para que Edward le leyese la mente tanto a ella como a las dos hermanas, el cuál le asintió con la cabeza.- Si queréis invitar a vuestros padres y a vuestro hermano, así nos conocemos todos, ¿tenéis su número?- dijo con la dulzura de siempre, yo sabía  que si Edward había dicho que sí, era porque no había ningún problema.
- Sí será un buena idea, siempre está bien conocer a gente nueva- dije con una sonrisa en la boca.
Las niñas también sonrieron y asintieron. Empezaron a dictarle el número de teléfono y Edward se preparaba para hablar con ellos.
Todos podíamos oír el pii del móvil como señal de la llamada.
Hasta que una voz dijo ¿si?.

Espero que os guste este capi, y lo siento por no publicar entre semana, he estado muy liada con los estudios, intentaré publicar este finde. Comentad pliss.

24 octubre 2010

Reunión.


Pov: Bella.
-¡Ness, hija! ¿Estás bien? ¿Qué tal ha ido todo?- dije frenéticamente.
¡Mamá tranquila estoy perfectamente! Todo ha ido muy bien e incluso he conocido a gente nueva- dijo muy complacida.
   - De eso te queríamos hablar- intervino Edward- pero será mejor que vallamos todos a la casa para hablar con los demás.
   -¿Pero de que me estáis hablando?- dijo asustada- ha sido un día perfecto, sólo he ido al instituto como una chica más o menos normal y he conocido a gente muy amable, tanto a los profesores como a dos chicas llamadas Rakel y Amanda, ¿se puede saber que hay de malo en eso?- argumentó.
Te lo explicaremos después, en la casa, ¿vale?- contestó Edward.
Ella asintió despacio sorprendida. Era bastante normal, ya que fuimos nosotros la que le dijimos que tenía que conocer a gente nueva y ahora le estábamos diciendo que estábamos muy preocupados por ella, como si se hubiese escapado de casa.
Salimos todos en grupo de la casa y nos dirigimos hacia donde seguro que estaban todos, sentados en la mesa de reuniones esperando a que llegáramos nosotros para poder explicarle a mi pequeña el por qué de tanto alboroto.
Cuando llegamos nos dirigimos a la planta de arriba para poder reunirnos con los demás. Jacob no había abierto la boca en todo el camino, quizás se olía la nueva noticia.
Y allí estábamos, delante de la puerta mirando a una sola persona preguntándonos cómo estaría y que había sucedido, mientras que ella estaba asustada pensando en cuál era el problema, en ese momento me entraron ganas de abrazarla y decirle que todo iba a ir bien, pero sabía que quizás eso empeoraría las cosas.
   -Bien cariño, siéntate, te aclararemos todo ahora- dije con la mayor tranquilidad posible.
Nos sentamos todos en la mesa a esperar a que alguien tuviese valor para contarle el problema a Ness y Jake.
   -Ness-dijo Edward- Hoy ha sido tu primer día de instituto. ¿Qué tal te ha ido? Necesitamos que nos cuentes todo.
   -Está bien, os lo mostraré- nos fue poniendo sus manos de dos en dos y nos fue mostrando su día en el instituto de Forks, su llegada, cuando las dos chicas se acercaron y la saludaron, las presentaciones y lo peor fue es que en todas las clases estaban juntas. Cuando todos vimos el transcurso del día dijo- bueno ahora me explicáis que tiene eso de malo.
   -Nessi, ¿nos has notado algo de especial en esas dos chicas?, ¿alguna semejanza con nosotros?- dijo Carlisle.
   -Bueno las semejanzas que encuentro son la tez pálida, la agudeza, la belleza y…- se quedó pensando, como analizando cada cosa que había dicho.- Y sus ojos amarillos.-De repente dijo- ¡Son vampiras!
¡¿Qué?!- dijo Jake levantándose de la mesa y empezando a temblar- ¿Sabéis lo que significa eso? ¡Pueden matarla!
   -Ya lo sabemos perrito- dijo Rosalie.
   -Mira rubia prepotente no estoy como para juegos de bordeo.-respondió Jake
   -Mantengamos la calma, sino, no solucionaremos nada- dijo Esme y Alice asintió levemente con la cabeza- Por favor Jake siéntate y cálmate.
Pude ver como Jasper intentaba tranquilizarlo.
   - Ahora lo único que tenemos que hacer es buscar una solución posible al problema y dejarnos de discutir, por favor, si le pasa algo a Ness no me lo perdonaría- dije.
   -Todo va a salir bien, todo va a salir bien.-me dijo Edward susurrándome al oído.
Cuando nos disponíamos a hablar oímos a alguien acercándose a casa, podía estar a unos cien metros pero corrían deprisa, y cada vez se acercarban más.
De repente Edward y Alice se pusieron de pié y gritaron: ¡Proteger a Ness!
Y entonces llamaron a la puerta. Din dong.


Espero que os hayan gustado estos capis. Volveré a publicar en cuanto pueda. Dejar un comentario con vuestra opinión, plis. Besos

Despertar II.

Pov: Bella.
Nos dirigimos a la casa del resto de la familia para decirles que Nessi ya había iniciado su primer día de instituto cuando Alice se acercó a nosotros saltando con la misma gracilidad de siempre y con una sonrisa en los labios que dejaba entrever sus dientes blancos y afilados.
   - Tranquila Bella, Nessi estará bien he intentado ver lo que pasará aunque me ha costado un poco y no le ocurrirá nada malo, aunque conocerá a dos niñas nuevas  que también es su primer día en el instituto de Forks y que se mostrarán muy amables con ella aunque- hizo una pequeña pausa y mi querido marido la miró con una cara bastante tensa, como si hubiese dicho algo que le hubiera preocupado realmente, no solía preocuparse por las visiones de Alice y supe que esta era para preocuparse realmente. Quise preguntarle el por qué de esa preocupación repentina pero de repente Alice siguió con su discurso sobre el cercano futuro- son un tanto especiales ya que no suelen juntarse con los demás y parece que guardan una cierta relación con nosotros aunque no llego a averiguar cuál. Pero de momento no corre ningún peligro, de todas formas la mantendré vigilada aunque no con mucha claridad, ya sabes por qué- dijo con cierta intención para tranquilizarme.
Aunque no podía dejar de pensar en aquella relación que dos adolescentes podrían mantener con la familia Cullen, había muy pocas solamente se me ocurría una sola y creo que podía ser bastante acertada. Me pareció que todos pensaban lo mismo que yo al ver sus caras estupefactas plantadas en aquel enorme salón.
   - Cre Cree Creéis que mi pequeña puede relacionarse con dos vampiras adolescentes que seguramente no sean vegetarianas como nosotros y que tengan una enorme curiosidad por mi hija y que probablemente no sean una ¿buena compañía?- dije sin poder dar más explicaciones de mi posible y más que segura teoría.
   - Puede ser una opción, pero de momento no debemos preocuparnos por algo que Alice haya visto, vamos a ver, lo que quiero decir, Bella, es que ya sabes que las visiones de Alice no son seguras y menos si tratan de la vida de Nessi- espetó Carlisle.


El día transcurrió pero no pudo ir más lento, eran las doce y media y dentro de media hora Nessi estaría en casa para las tres volver al colegio.
Me arrepentí de haberla convencido para ir al colegio, era tonta, me sentía culpable y no me perdonaría nunca si le llegase a pasar algo.
De repente, unas manos que yo conocía muy bien agarraron mi rostro y lo elevaron a la escultura más bella del mundo y dijo con una suave voz:
   - Bella cariño, por favor, cálmate seguro que no va a pasar nada, además, Alice te ha dicho como diez veces que ha visto que no le van a hacer daño, sólo van a conocerse. Ya hablaremos con Nessi de esto cuando llegue- dijo besándome con pasión en los labios.
Decidí calmarme un poco y pensar en cosas agradables, como por ejemplo, cuando conocí a Edward o la primera vez que me dijo te quiero, pero aún así, no pude quitarme aquello de la cabeza.
Llegó la hora y Nessi llegaría a nuestra pequeña cabaña, si no nos dábamos prisa, no nos encontraría allí.
   -Edward quizás deberíamos ir yéndonos para la cabaña para cuando Ness llegue – dije.
   - Tienes razón deberíamos irnos ya- respondió- Bueno os vemos más tarde vamos a por Ness y ahora venimos, será mejor que estemos todos para cuando haya que darle la noticia- asentí con la cabeza, tal vez sería mejor darle todas las explicaciones y ella a nosotros, para poder sacar más soluciones entre todos.
Salimos por la puerta a la máxima velocidad para poder llegar cuanto antes a ver qué tal estaba nuestra hija.
Cuando llegamos, Edward me dijo que pronto estarían aquí que me tranquilizara un poco.
Esperamos sentados en silencio en el sofá del salón a esperar con paciencia. Pasaron cinco minutos y de repente oímos el ruido del coche acercándose a la casa. Tanto Edward como yo, nos pusimos en pié hasta                                                                           que los dos llegaron a casa con una enorme sonrisa, hablando del transcurso del día. Me acerqué a ellos hasta poder agarrar a Nessi por los brazos para poder abrazarla.

Despertar I.

Pov: Bella.
Cuando salió el sol, esperé a que mi princesa se despertase, iba a ser su primer día en aquella nueva etapa de la vida. Se había hecho mayor, en menos tiempo del esperado, pero tenía la suficiente capacidad de una chica de veinte años.
Ya era hora de que fuese al instituto, ya que la primaria no pudo realizarla pos su crecimiento continuo y era demasiado arriesgado que se relacionase con los humanos.
De repente oí cómo podía bostezar y decía: “Buenos días cariño”, su padre no estaba muy de acuerdo con que su mayor amor durmiese con ella y que estuviese las veinticuatro horas a su lado, pero se lo hice entender, se parecían tanto a nosotros… eran como nosotros al estar juntos, cuando yo aún era humana.
Fui a su habitación para darle los buenos días y poder prepara a Nessi para su primer día.
   - Hola cariño, ¿has dormido bien?- estaba nerviosa, podía verlo en sus ojos- ¿Estás preparada para tu primer día?
Esperé a que se espabilara un poco.
   - Hola mamá, la verdad es que no, no podía dejar de pensar en este día- se quedó pensativa y añadió- aunque creo que esto irá bien.
No sabía muy bien qué decir.
   - Bueno, no te preocupes, ya conocerás a más gente, además, verás a Jake todos los días después del colegio- le animé.
   - No te preocupes princesa- añadió Jake tampoco le hacía mucha gracia separarse de su pequeña, pero debía aceptarlo.
Me dirigía al pequeño salón de la cabaña, donde Edward, leía un libro llamado “Amor imposible”.
   - Nessi está un poco nerviosa. ¿Porqué no hablas con ella?- Aún me asombraba la capacidad que tenía de convencer a la gente con solo mirarlos a los ojos. -Siempre le gusta oír la opinión de su papá.
Me sonrió.
   - Está bien, veré lo que puedo hacer.
Se levanto del pequeño sillón con la elegancia de siempre, mostrando su bello rostro al pequeño rayo de sol que entraba por la ventana.
 Pude oír como Edward calmaba a Nessi con ayuda de Jacob.
De repente vi a los tres muy contentos bajar por las escaleras riendo y gastándose bromas.
   - ¿Ya estás más calmada?- pregunté, aunque era bastante obvio.
   - Si mamá, papá ha conseguido razonar conmigo, como siempre.
   - Está bien, creo que Jake estará encantado de llevarte al instituto. ¿No es así Jake?- creí que Nessi iba a estar más tranquila si su gran amor la llevase al colegio.
   - Si Bella no te preocupes, yo la llevaré- respondió.
   - Llévate el Volvo, si quieres- dijo Edward con su voz musical de siempre.
   - Me encantaría, gracias Edward- respondió con una enorme sonrisa de complicidad.
   - Bueno, que tengas suerte cariño y no te preocupes, ya verás como todo sale bien y conoces a más gente- le animé.
   - Gracias mamá- respondió, después le besé en la mejilla con mucha delicadeza y su padre imitó mis movimientos como si fuese un espejo.
   - Suerte hija,- dijo Edward con amabilidad- que tengas un buen día.
Salieron por la puerta con agilidad pero con rapidez, como si tuviesen ganas de que eso acabase y como si ninguno de los dos quisiese separarse uno del otro.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos como para no escucharme le pregunte a Edward:
   - ¿Estás seguro de que esto es una buena idea?- le pregunté con preocupación- no los veía muy seguros.
   - Sí, Nessi debe relacionarse con más gente y no sólo con licántropos y vampiros, debe convivir no solo con cuentos de hadas y de terror, sino en el mundo real- explicó Edward con total convicción de su discurso.
   -Creo que tienes razón y quizás no debería preocuparme tanto por una cosa tan simple- me tranquilicé, aunque no fue tan efectivo cuando el pudo ver en mi rostro la preocupación y rozó sus labios con los míos como cuando el viento acaricia a las copas de los árboles.

22 octubre 2010

PRÓLOGO.

No tenía ni idea de lo que podía suceder, nunca llegué a imaginar que fuera posible, pero pasó, aquello que nunca hubiese imaginado me acechaba continuamente, y no sólo a mí, sino a las personas a las que amaba.
Mis días eran tranquilos y apacibles al lado de la persona que más quería en este mundo, ya que vida no sería una palabra adecuada.
Mi nueva existencia iba sobre ruedas incluso mejor de lo que podía imaginar, y eso me hacía feliz. Hasta que la felicidad llegó a su límite.